En el proceso de desmontaje se pudo apreciar la suciedad que presentaba el instrumento. El baño de plata del cuerpo y las llaves había comenzado a oscurecer.
En estas fotos se puede apreciar la diferencia de tonalidad entre una llave ya limpia y el cuerpo estropeado por el uso y la suciedad.
Una vez desmontado y limpio el instrumento, se procedió al montaje y engrase de todo el mecanismo, el cual estaba gravemente desajustado (me sorprendió que únicamente no sonaran las notas más agudas).
Y por fin, el resultado final. El instrumento vuelve a lucir y a funcionar como el primer día, listo para ser disfrutado por su nuevo dueño.
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